La edad es solo un número. Lo que
de verdad importa, es la vitalidad que sienta la persona. Por ejemplo, una
persona puede ser mayor y sentirse muy joven, o viceversa. Los mayores de 65
años, no son en absoluto viejos, pero pueden llegar a sentirse así. Otros, en
cambio, deciden aprovechar su madurez y seguir disfrutando de la vida.
Según el Libro Guiness de los
Records, el hombre más viejo del mundo vivió 256 años. Pero no es el único
anciano que aparece en este libro. Mary Hasrdison, consiguió el suyo al tirarse
de un parapente con 101 años. Piero Paci, con 89 años es la persona más anciana
en subir una montaña de más de 3.000 metros de altura. Esto demuestra que se
pueden hacer grandes cosas traspasada la madurez.
También se dice que dentro de
poco, en 2050, habrá más personas mayores de 65 años que menores de 5 años.
Esto es un dato preocupante para la población ya que supondrá un envejecimiento
de la misma, pero es bueno saber que la esperanza de vida también seguirá
aumentado.
El Instituto de Mayores de los
Servicios Sociales (IMSERSO) organiza todas las campañas viajes para las
vacaciones de los mayores de 65 años. Y están muy solicitados.
La Obra Social de La Caixa, ha
desarrollado un programa llamado
“Informática y Comunicación para todos” dirigido a personas mayores que quieran
entrar en el mundo de los ordenadores y la tecnología.
Hay un sinfín de actividades,
cursos y programas diseñados especialmente para nuestros mayores. Hay que saber
aprovecharlos y no desperdiciar tiempo de vida.
Con esta entrada, finalizo mi
blog sobre el mundo de los ancianos. Al tratar con ancianos creo que lo más
importante es tener comprensión, apoyo y paciencia.
Y recordad que algún día, nosotros
llegaremos a tener más de 65 años.